15/5/10

Arte & Luz




Hoy en día, es poco común que cuando las personas caminan de un lugar a otro, mantengan un pleno contacto con la naturaleza, el arte y la luz; por lo general se mantiene un monótono ligue con los medios de transporte y la contaminación que estos generan, además de la basura visual que envuelve las vías de tránsito y las estructuras arquitectónicas que se alzan en la ciudad.

Por eso el concepto que elegí para el proyecto final de un Pabellón en la Ibero es Arte & Luz.

Está de más elegir como concepto la naturaleza, debido a que a estas alturas no hay elección, la naturaleza y los seres humanos tienen que lidiar día con día de una manera equilibrada y respetuosa, no se trata de hablar de esto como si fuera una obligación, si no como la interacción positiva entre la naturaleza y la raza humana.

El concepto "Arte" tiene significados muy abstractos, para algunos incluso es imposible aceptar que el arte pueda significar lo mismo para todos; pero en este proyecto su significado va a pasar a ser algo más simbólico e interactivo.

Por otro lado, el concepto "Luz", además de su significado literal, se va a proyectar de una forma en la que mantenga un papel indispensable en el pabellón, para crear un lazo entre las estructuras arquitectónicas, el arte, la naturaleza y los usuarios.





C.A.M.I.N.A.

26/4/10

11/4/10

Arquitectura... Japonesa...




Que nos sirva de ejemplo para disfrutar lo que hacemos...




Diseño, función, armonioso con la naturaleza, agradable a la vista, textura, color, luz...

14/2/10

ARqUItectura... aleatoRIa...


NIDO DE TERMITAS.

Tomando como inspiración un nido de termitas, junto con algunas de sus principales características como los son la gran cantidad de entradas y salidas que estos insectos generan conforme crece su población, además del material que adaptan para conseguir una guarida segura y resistente contra otros animales, la lluvia y el calor, decidí transformar sin optar por un camino concreto, una forma arquitectónica a la que después se le asignaría una(s) función(es) específica.











6/2/10

NO hay arquItectura Imposible...






¿LITERAL?

¿BUENO? ¿MALO?

¿INIMAGINABLE?

¿FUNCIONAL?


30/1/10

Reconstruir a Partir de NADA...

Por Roberto Newell

La tragedia de Haití cimbró a los que vivimos el sismo de 1985. Todos recordamos vívidamente la conducta heroica de los "topos", que con herramientas improvisadas y sin reparar en el peligro que corrían se arriesgaron para sacar a sobrevivientes de entre los escombros. También recordamos las brigadas de apoyo que espontáneamente se organizaron en torno a iglesias, escuelas y universidades. La movilización ciudadana en respuesta a la tragedia fue un ejemplo de civismo del más alto nivel.

Miles de personas dejaron sus labores cotidianas y se dedicaron a rescatar a vecinos que estaban atrapados; cientos de empresas organizaron escuadras de rescatistas y socorristas; miles de familias recibieron en sus hogares a familias que se habían quedado sin albergue y cientos de empresas prestaron sus lugares de trabajo a trabajadores y empleados de otras, cuyas instalaciones estaban destruidas.

El sismo de 1985 tuvo efectos notables sobre la estructura física de la ciudad. Miles de familias y empresas se reubicaron a localidades en el sur y poniente. Estos desplazamientos improvisados cambiaron el funcionamiento de la misma. Por dicha reubicación, cientos de miles de familias mexicanas dejaron de ir al Centro. Había tantos edificios dañados que no era funcional o agradable ir a los lugares tradicionales. Aun sin un plan rector que guiara la reestructuración de la ciudad, gradualmente ésta se descentralizó, adoptando su configuración actual.

Pero los efectos físicos del sismo fueron menos significativos que los cambios institucionales que decantó. El sismo fue un hito en la vida política e institucional del País.

La magnitud de la tragedia rebasó la capacidad de respuesta de los gobiernos federal y local. Durante las semanas posteriores al terremoto, las respuestas más eficaces a la emergencia las plantearon y ejecutaron los habitantes de la ciudad. La impresión que esto causó entre la ciudadanía fue indeleble. Como en el caso de varias otras tragedias naturales (v.gr. el terremoto de Managua en 1969, la devastación de Nueva Orleans por el huracán "Katrina" en 2005, y otros), el terremoto de la Ciudad de México puso de manifiesto las debilidades del orden político e institucional. A los pocos meses, la organización espontánea de la ciudadanía en 1985 se institucionalizó y convirtió en un movimiento que cambió los equilibrios y estructura política de nuestro País. Tales cambios han afectado los resultados de las elecciones federales subsecuentes.

Los ejemplos arriba citados sirven para ilustrar los efectos de largo plazo, probables, del sismo que destruyó a Puerto Príncipe. La devastación absoluta y relativa de Haití es muchas veces mayor que la que sufrió México en 1985. Así como el terremoto de la Ciudad de México cambió a nuestro País, es probable que la tragedia haitiana cambie el destino de esa nación.

Si el terremoto haitiano hubiera ocurrido a una de las ex colonias europeas, los recursos de sus tesorerías se habrían puesto a trabajar rescatando víctimas y reconstruyendo el país en cuestión. Pero en la actualidad no hay ningún país que sienta una relación estrecha de amistad, interés u obligación moral que lo obligue a sacar a Haití de la situación en que está. Actualmente, el país mejor posicionado para ejercer ese papel es Estados Unidos, sin embargo, con todos los compromisos que ya tiene, es poco probable que esté dispuesto a intervenir en la escala y con los recursos requeridos para sacar a Haití adelante, sobre todo cuando se toma en cuenta la inconformidad que su intervención ha generado en Francia, Venezuela y Nicaragua durante la fase de crisis.

Tampoco parece realista esperar que la ONU o la OEA tengan la voluntad política o los recursos requeridos para montar un esfuerzo disciplinado y generoso de apoyo para ese pobre vecino. Las consecuencias de lo anterior son obvias: Haití se sumirá en una crisis crónica aun más profunda que la que ya afectaba al país.

En ese contexto lo más probable es que la estabilidad política y económica de Haití sufra un deterioro crónico. La debilidad de su estado afectará a toda la vecindad del Caribe, pero sobre todo a sus vecinos más cercanos: los dominicanos.

Temo que durante varias décadas futuras, especialistas en ciencias sociales seguirán haciendo cuentas sobre los costos directos e indirectos de la tragedia haitiana. Ese pobre país de por sí estaba sumido en la miseria. Lo que viene, bien podría ser peor.Roberto Newell G. es Economista y Director General del Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. Las opiniones en esta columna son personales

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Fecha de publicación: 28 Ene. 10

29/1/10

Big-Bang-Design

El origen del Universo se originó a partir de una gran expansión y liberación de luz.
Desde ese momento hasta hoy en día, esa hipótesis es la causa de la existencia de todo lo que existe y lo que no existe.

La mayoría de las personas creemos que el Universo es un monton de galaxias, estrellas, polvo cósmico y asteroides que se encuentran desordenadamente ocupando un espacio en el Universo.

La teoría sugiere que todo lo que se encuentra en la inmensidad del Espacio Exterior, tiene un orden causado por la fuerza que se generó en el instante que sucedió el Big-Bang, creando así una especie de Plano Arquitectónico de los sistemas espaciales; es por eso que en los billones de momentos en los que el plano cambia o es modificado, billones de objetos espaciales desaparecen y sólo existen aquellos que siguen un orden encontrado despues de millones de años.

En la arquitectura, el origen de una gran obra estructural y de diseño, surge a partir de una idea generada cientos ó miles de veces por nuestro cerebro, hasta que alcanza un orden específico.

Gracias a eso, me parece que diseñar una obra arquitectónica es un proceso que merece tiempo y respeto, ya que su fin principal es proyectar un conjunto de ideas que si no son ordenadas correctamente, no pueden ocupar un espacio en nuestra arquitectura.

Todo en su lugar; el desorden es el orden de la arquitectura, siempre y cuando estemos conscientes de ello.